¿Por qué Dios permite el mal?

 Pienso que todos nos hemos hecho esta pregunta al menos una vez en nuestra vida. El problema es que desde nuestra perspectiva humana, nosotros no podemos ver que haya algo bueno detrás de una inundación, de un accidente, de un cáncer. No podemos ver que haya un propósito detrás de lo que nosotros llamamos malo, ni creemos que valga la pena que haya sucedido.

 Por ejemplo, cuando Jesucristo murió en la cruz las personas que estaban al pie de la cruz no podían imaginarse que en ese desangramiento, en esas espinas, en esa tragedia, en esa culminación en la cual en la cruz del calvario colgaba ese hombre, estaba lo más maravilloso para la humanidad. En ese momento ellos no podían ver que detrás de esa crucifixión se encontraba toda la sabiduría de Dios.
Entonces el problema está en que nosotros no creemos que haya un propósito para el mal, y como nosotros creemos que no hay un propósito detrás de las cosas que le llamamos malas, nos queremos hacer más perfectos que Dios y le decimos: "Si yo no puedo ver en esta crucifixión que haya un propósito eterno, entonces tú Dios tienes que haberte equivocado al permitir que mataran a tu hijo Jesucristo." Y sin embargo, a través del tiempo Dios nos ha abierto los ojos y dos mil años después todos nosotros le damos gracias a Dios por la muerte de Jesucristo.

 Una vez mi padre me preguntó: "¿Por qué Dios no ha hecho nada para detener el mal?"
A continuación contestaré esta pregunta.


 Todos nosotros tenemos una característica que es la más grande que Dios le ha otorgado al ser humano: la libertad de poder escoger entre dos caminos, el bien y el mal. Si los seres que  Dios creó, desde Satanás y los querubines, no hubieran tenido dos cursos de acción y solamente hubieran tenido uno, no hubieran sido creados libres. Entonces cuando Dios permite que la criatura pueda determinar y hacerse responsable de "señor, te quiero amar libremente" o "me rehúso amarte y me revelo contra ti", no se puede hablar de libertad.
Si queremos acabar con la maldad, destruiríamos la misma libertad. Por lo tanto, si el mal tiene que ser vencido, tenemos que hablar de vencerlo y no de destruirlo.
Una manera de vencer el mal lo podemos encontrar en Romanos 12:17
"No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres."
Dios nos dice que si alguien nos hace algo malo, no debemos responder nunca de la misma manera.

En el versículo 19 encontramos:
"No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor."
 Dios nos dice que no debemos pagarle con la misma moneda a la persona que nos hizo el mal. Dios nos dice que si creemos en Él, él hará que esa persona pague. Si tú intervienes y tú te vengas, entonces Dios se cruza de manos y no podrá intervenir. Por lo tanto, pueden pasar dos cosas: en tu venganza se te puede pasar la mano o no le darás el justo pago. Entonces si dejamos que Dios se vengue y él intervenga en la vida de nuestros enemigos, Dios es absolutamente justo y sólo Él sabe el escarmiento que esa persona necesita.
 La fe es vivir la vida sin rencor o amargura contra nadie porque creemos que Dios es el que está abogando a nuestra causa y ningún arma forjada contra nosotros prosperará; suya es la venganza dice el Señor, y nuestra paciencia crecerá y madurará mientras esperamos que Dios tome acción de nuestros enemigos. Por eso, un cristiano amargado es un cristiano derrotado por el mal. Y cuando el mal te derrota es porque no usaste las armas de la luz para contrarrestarlo. Entonces, si alguien te hace mal y tú te amargas, estás guardando tu veneno y estás tratando de combatir las circunstancias, y estás enfrentándote con un dilema que escribió hace muchos años Demostenes, un gran filósofo griego. El dijo esta frase:
"Es inútil irritarse contra las circunstancias, pues estas permanecen impasibles ante vuestra cólera..."
 Es decir, es inútil que te irrites contra las cosas que son adversas, porque tu enojo y tu amargura no harán que las cosas cambien, al contrario, tú te vas a autodestruir. Por eso, dentro de la vida cristiana no puede existir el rencor o la amargura contra nadie.

Ahora veamos en el versículo 20:
"Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si  tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza."
 Dios nos dice que aunque esa persona nos insultó y nos causó daño, no solamente no debemos tener rencor si no que debemos ir con esa persona y hacerle un favor, porque hasta que la fe no tenga obras, es fe muerta. Y en el momento que le demostramos de alguna manera a la persona que nos hizo daño una manifestación de nuestro amor, en ese instante, comienza su juicio. Eso es lo que significa ascuas de fuego, en otras palabras, esa persona se sentirá avergonzado por lo que le ha hecho a usted.

Y dice el versículo 21:
"No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal."
 No podemos destruir el mal, pero se nos manda a vencerlo.

 En segundo lugar, el hecho de que el mal no está siendo actualmente destruido, no significa que nunca lo será. Una vez una persona le preguntó a un pastor por qué si Dios es todo poderoso no acaba con el mal de una vez por todas, y el pastor le respondió: "porque comenzaría con usted."

2 Pedro 3:9 nos dice:
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento."
 ¿Qué es lo que hace que Jesucristo no venga aún y acabe con el mal y con todas las injusticias del mundo? Que aún quedan millones de personas que necesitan ser salvados. Y si usted es un cristiano que se la lleva preguntándose porque Dios no acaba con el mal, mejor coopere con Dios para que esto se haga posible pronto predicando el evangelio de Jesucristo, o ayude a que el evangelio sea propagado al mundo entero.

En Apocalipsis 20:10 podemos ver:

"Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos."

 La biblia si habla y si menciona el final de satanás. Dios ha permitido en todo este tiempo que satanás ande suelto y sea un instrumento de Dios en su sabiduría, y aunque yo no pueda ver su propósito, Él detrás de eso tiene un propósito y lo usa como nuestro adversario, para que él se oponga a nosotros y sea el instrumento de nuestra resistencia.

 Nosotros no podemos saber la capacidad que tenemos de enfrentarnos a la vida hasta que no enfrentamos la adversidad. Nuestra manera de enfrentar la adversidad determina el espíritu de grandeza que cada uno de nosotros tenemos. 
¿Cuánta resistencia tienes para sufrir? Cuando Dios mira que no te desanimas, que te levantas y que sigues a pesar de la adversidad, no te imaginas lo que tiene para ti el día de mañana. Porque precisamente los valientes arrebatan el reino de Dios. Se necesita valor en esta vida para vivir con Dios y es un valor que solamente el Espíritu Santo nos infunde, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía. Si realmente tienes al Espíritu Santo te vas a levantar sin importar la adversidad, y te vas a reír de tu pasado y de la pesadilla que pasaste. Pero ¿qué necesitamos hacer? Necesitamos creer.

 Ahora ¿cuál es el propósito detrás del mal o por qué Dios lo permite?
La pregunta que surge en la mayoría de la gente es: "¿por qué me pasó ésto a mi?

 El dueño de la cadena de televisión de noticias más grande del mundo, CNN, llamado Ted Turner, se casó con una ex actriz del cine llamada Jane Fonda. Este hombre iba a una iglesia bautista y a sus 17 años muere su hermana de cáncer. Y él dice en sus memorias que clamó a Dios y le pidió que sanara a su hermana, pero como Dios no la sanó y murió, a los 18 años Ted Turner se hizo ateo. Se amargó contra Dios y hasta la fecha, es uno de los hombres que más odia a los cristianos y a la biblia en el mundo entero. Él creo "los 10 mandamientos de Ted Turner".
Tiempo después, se casa con la actriz Jane Fonda y ella se convierte a Cristo después de 9 años de su matrimonio. Ella comienza a crecer y a discipularse a escondidas de su esposo, pero llega el momento donde lo confronta con Cristo, sabiendo ella que el odiaba a los cristianos, pero también sabía que no podía seguirle ocultando a su esposo que es hija de Dios. En ese momento, él le dijo que no quería saber absolutamente nada de su vida y la corrió de su casa. Aceleró el divorcio y se divorciaron.
Entonces ella escribe en su libro: "Estuve casada con el hombre más rico del mundo, un hombre que puede tener lo que él quiere. Cualquier sueño o deseo lo obtiene por la influencia de su poder, sin embargo, nunca he conocido a un hombre más vacío, más confundido, más amargado y más infeliz que Ted Turner."

Este hombre no pudo explicar la razón de la muerte de su hermana y se amargó contra Dios.

  Ahora ¿por qué existen los terremotos, huracanes, inundaciones y todos los fenómenos naturales que destruyen miles de hogares y seres humanos?

Cuando hay una catástrofe y vemos que se mueren colectivamente miles de personas nos impacta. Nos impacta ver una muerte colectiva. Pero nunca nos hemos detenido a pensar lo siguiente: esas personas que murieron en esa catástrofe, de igual manera iban a morir. Esas mismas personas de alguna manera se iban a morir algún día, igual que todos nosotros.
Diario se mueren alrededor de 73 mil personas en Estados Unidos, pero se mueren aisladamente y no nos damos cuenta, es decir que a diario es la vida y la muerte al nuestro alrededor; pero cuando se mueren colectivamente, a nosotros se nos hace algo malo. Entonces, todos nosotros, tarde o temprano, nos tenemos que morir, y si todos tenemos que morir ¿habríamos nosotros de decirle a Dios la forma como vamos a morir?
La mayoría de nosotros quisiéramos morir en nuestra cama, a no muy avanzada edad, con salud, y que de pronto cerráramos los ojos y listo, ya estar en el cielo.

 Desgraciadamente, no podemos dar muchas veces respuestas que satisfagan el alma humana a personas que están atravesando diferentes desgracias; pero a aquellas personas que usan estos argumentos para negar la existencia de Dios y dicen que si Dios es bueno no permitiría tantas tragedias, podemos darles algunas respuestas.

 Primero necesitamos hacer una distinción, ya que existe una diferencia entre nuestro conocimiento del propósito del mal y el propósito que Dios tiene para permitir el mal. ¿Qué ser humano puede decir: "yo sé por qué sucedió eso"? Tendría que ser Dios. Y como no sabemos por qué sucedió eso, lo atribuimos como que es algo malo porque no nos hubiera gustado que sucediera, entonces nos peleamos contra Dios, ya que no creemos que haya algo bueno detrás de eso malo que sucedió. Sin embargo, debemos creer que Dios sí puede tener un propósito para permitir lo que ha sucedido. 

Entonces aunque no conozcamos el propósito de Dios, la biblia dice en  Romanos 8:28:
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."


 Para Dios no hubiese sido mejor crear a seres humanos que no hicieran nada malo, pero sería una imposibilidad teológica porque repito, de ser así no existiría la libertad. Y claro que Dios sabía que las criaturas se iban a rebelar contra Él e iban a abusar de la libertad. Nuestra imperfección proviene del abuso de nuestra perfección. No es de Dios la mancha, nuestras imperfecciones vienen del abuso de nuestra libertad y nuestro pecado, y por consiguiente, el mal entró al universo.

¿Por qué Dios permite lo malo a los justos?

 Vamos a comenzar con esto: tú no puedes estar en lo correcto y Dios equivocado.
Cuando una persona se levanta contra el razonamiento de Dios y lo desafía para discutir con Él, esta persona se está levantando contra el mismo poder que nos hace a nosotros capaz de pensar y razonar. Es como tratar de cortar la rama que te está sosteniendo en el árbol. 

Job 11:7-9 nos dice:
"7 ¿Descubrirás tú los secretos de Dios?¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?
8 Es más alta que los cielos; ¿qué harás?
Es más profunda que el Seol; ¿cómo la conocerás?
9 Su dimensión es más extensa que la tierra,
Y más ancha que el mar."
 Y en Job 12:13 leemos:
"Con Dios está la sabiduría y el poder;
Suyo es el consejo y la inteligencia."
 Ahora ¿qué necesitamos para entender el sufrimiento en la vida? Sabiduría. Ésta no la tenemos y sólo Dios nos la puede dar.
¿Qué necesitas para tener esa sabiduría? En primer lugar, tener a Cristo en tu corazón, en segundo, tener una comunión con Él a través de la biblia y la oración, y en tercer lugar, mantener una vida transparente en tu corazón de santidad y pureza, y Dios te revelará los secretos profundos de su conocimiento. Es por esto que vale la pena ser santos.

Podemos ver en Job 18:12-13:
"Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia? No conoce su valor el hombre, Ni se halla en la tierra de los vivientes."
¿Se encontrará la sabiduría en este mundo? ¡Para nada! Sólo se encuentra en Dios. 

En Job 33:13 encontramos:
"¿Por qué contiendes contra él?
Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones."
 Por eso el 80% de los ateos han muerto locos. El más grande ateo del siglo XX, Freddy Nietzsche que escribió "Dios está muerto", a los 38 años se volvió homosexual y a los 41 años murió loco en un hospital psiquiátrico. El que dijo que Dios estaba muerto, murió y Dios sigue viviendo.

 La estupidez de creer que por nuestra mente, proposiciones filosóficas y razonamientos vamos a contender contra Dios y nosotros lo vamos a entender.

 El libro de Job nos enseña la fe ante lo desconocido. Toda nuestra vida debemos estar en confianza en Dios.

 Cuando nosotros confiamos en el Señor, Él es nuestra fortaleza en el tiempo de nuestra angustia.

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