Los Dones Apostólicos

Hoy en día existen iglesias de diferentes denominaciones, mayor parte pentecostales o también llamados "carismáticos", que están practicando incontrolablemente los dones apostólicos causando gran confusión en muchos inconversos. Mi intención con esta nota no es juzgar a ninguna persona de diferente denominación, sino mostrar lo que la Biblia enseña con respecto a los dones apostólicos, principalmente el más practicado hoy en día: el don de lenguas.

Estos son algunos de los temas a tratar:
  • Qué es el don de lenguas.
  • Por qué no creemos en el don de lenguas.
  • Cuáles dones eran sólo para la época apostólica.
  • Por qué Dios usó los dones apostólicos.
Espero no sólo hacerlo de la mejor manera, sino también poder ser de bendición a alguien más.


     Recuerdo que a la edad de 17 años, fui invitada por una amiga a su iglesia y yo nunca había asistido a ninguna otra iglesia que no fuera católica. Sin embargo, en esa etapa de mi vida sentía que realmente necesitaba de Dios y en mi búsqueda desesperada por encontrar una iglesia correcta accedí a ir con mi amiga. Recuerdo que al llegar todo iba muy bien, los jóvenes eran súper amables conmigo y todo parecía ser perfecto. El servicio empezó y la batería comenzó a escucharse, las personas comenzaron a aplaudir y a cantar. Cuando terminó la música, un joven pasó al frente y comenzó a predicar. Fue una de esas predicaciones que te hace sentir el amor de Dios y como si yo fuera una campeona por estar ahí. Estaba muy atenta a la predicación y de repente comenzó a sonar la música nuevamente, pero esta vez era diferente, no era como en el principio, ahora las personas pasaban hacia en frente y comenzaban a gritar y hablar en “lenguas” desconocidas; comenzaron a levantar sus manos y sólo veía como temblaban y caían al piso. En ese momento sólo podía agradecer que había personas cuidando detrás de ellas para que no cayeran sobre las mismas sillas que estaban puestas.

     Todo era algo impactante para mí, jamás había experimentado algo como tal. Por supuesto que mis emociones estaban al 100 por ciento y eso me hacía sentir “la presencia de Dios” y creía que esa era la manera correcta que el Espíritu Santo se manifiesta en nosotros. Asistí a esa iglesia en varias ocasiones y debo confesar que fui abrazando un poco sus mismas creencias acerca de la manifestación del Espíritu Santo. Pero en mi incredulidad, algo muy dentro de mí me decía que algo andaba mal, que algo no era correcto.

     Un año después llegué a la que ahora es mi iglesia (Iglesia Bautista de Hermosillo) y al llegar me topé con pared, por así decirlo. Ya que ahí me hicieron sentir muy bienvenida, pero no había emociones entre medio; la música, los instrumentos, la predicación, la oración ¡todo era diferente! Incluso en la predicación no me hicieron sentir como que yo era lo mejor, sino que me hicieron ver mi pecado y eso no siempre es muy agradable.

     Pronto quise investigar por qué en esta iglesia no se hablaba en lenguas ni se danzaba ni había nada de esas “manifestaciones del Espíritu” del que yo estaba acostumbrada. Doy gracias a Dios por mi pastor que me apoyó con el tema, y por todos los hermanos que me enseñaron con las escrituras a entender cómo es que Dios trabaja con cada uno de nosotros individualmente y en la iglesia.

     Primero, para poder entender el movimiento pentecostal que existe en la actualidad, tenemos que analizar cómo es que comenzó y cuándo. El libro “La Historia del Movimiento Pentecostal” (páginas 1 y 2) de Gregory Alan Kedrovsky dice lo siguiente:
  • El movimiento pentecostal no existía antes de 1901 d.C. 
  • Todo lo que uno podría tildar “pentecostal” en el cristianismo hoy en día comenzó con una mujer, Agnes Ozman, de Topeka, Kansas (EE.UU.), que habló incoherentemente en una reunión el 1 de enero, 1901.
  • Luego, el movimiento se desencadenó por medio del ministerio de un moreno, William Seymour, que empezó una obra en Azusa Street (la Calle Azusa) en Los Ángeles después de haber sido echado de una iglesia bautista (que era también involucrada en una doctrina extraña de aquellos días) por haber promovido la herejía de “la perfección sin pecado” (una doctrina que dice que el cristiano podría llegar a tal nivel de perfección que no peca).
  • Estas son las raíces de todas las iglesias pentecostales y carismáticas que existen en la actualidad: una mujer de Topeka, Kansas, que habló incoherentemente en 1901, y un predicador moreno que fue echado de una iglesia bautista por haber insistido en promover una mala (y rara) doctrina.
Por más que un historiador pentecostal quiera, no puede hallar nada parecido al moderno movimiento pentecostal en toda la historia de la Iglesia hasta 1830 d.C.



¿Qué es el don de lenguas?


     La palabra “lenguas” es la traducción de la palabra griega “glossa”. Ese término es usado con diferentes significados en el Nuevo Testamento:

  • Puede significar la lengua humana como en Marcos 7:33 “Y tomándole aparte de la gente, metió los dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua;”
  • Se puede referir al discurso, particularmente a las palabras alegres como en Hechos 2:26 “Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua,Y aun mi carne descansará en esperanza;”
  • Se puede referir a idioma humano distinto, como la lengua hebrea en Hechos 22:2 “ Y al oír que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio…”
  • Como un idioma que uno no ha hablado antes, pero que es capaz de usar mediante la directa capacidad del Espíritu Santo.
  • Cada referencia de hablar en lenguas en el Nuevo Testamento se refiere a un idioma humano distinto.
     El pastor Luis Montaño en su libro “Las Lenguas Bíblicas” nos explica que "El don de lenguas era el don de poder comunicar el evangelio en un lenguaje ajeno al suyo pero totalmente entendible para el oyente.” Por lo tanto, el hablar en lenguas es hablar un idioma que nunca había hablado antes.

     ¿Es entonces, el don de lenguas el hablar un lenguaje inentendible? Si vamos a una iglesia donde se practica este don pensaríamos que la respuesta a esta pregunta es sí, pero ¿qué dice la Biblia al respecto?
1 Corintios 14:39 nos dice: “Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas.”
     ¿Por qué Pablo tenía tanto interés en que la iglesia procurara este don? Si leemos Hechos 2:6-8
“Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?”
     En este versículo podemos ver que en el día de Pentecostés el Espíritu Santo le dio la habilidad a los apóstoles de compartir el evangelio en idiomas totalmente comprensibles pero que ellos jamás habían hablado antes. De hecho, en los siguientes versículos se mencionan los 16 idiomas que se hablaron.
Hechos 2:9-12 “Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?”

¿Por qué o para qué sucedió esto?

     Sabemos bien que en aquellos tiempos, el Nuevo Testamento, que contiene el Evangelio, aún no estaba disponible, sólo pequeñas partes de él y no en todos los idiomas, pero a la vez sabemos que Dios quería que el Evangelio se predicará a toda criatura y a toda nación (Marcos 16:15; Mateo 28:19) ¿cómo pues, iba a ser esto posible? La respuesta es: por medio del don de idiomas (lenguas).

     Dios nunca da un mandato sin capacitar a alguien para cumplirlo. Entonces, si los apóstoles fueron mandados a predicar el evangelio a toda criatura sin importar su nacionalidad, pero las escrituras del Nuevo Testamento aún no estaban completas, la solución de Dios fue darles el poder de hablar diferentes idiomas a través del Espíritu Santo.

     Es curioso cómo podemos ver en Hechos 10 y 19 que ocurren casos donde el don de lenguas era un símbolo útil para los no creyentes, pero en los capítulos 4, 8 y 9 se derramó el Espíritu Santo y no hubo don de lenguas ¿por qué? Porque no había extranjeros y por lo tanto no era necesario. Hoy en día vemos cómo muchas iglesias al querer practicar este don hasta leen libros que “enseñan” como hablar en lenguas, pero si este don proviene del Espíritu Santo no hay nada que aprender, ya que es el Espíritu Santo quien da el poder y no la capacidad del hombre.

     Así, mientras el Nuevo Testamento estaba siendo escrito, los apóstoles iban cumpliendo con el mandato de Dios predicando el evangelio a toda criatura y nación gracias al poder del Espíritu Santo que les daba el don de hablar en lenguas, o mejor dicho, en idiomas que ellos jamás habían hablado antes, pero que cualquier persona que hablase ese idioma era capaz de entender.



     Otra de las razones por las que Dios dio el “don de lenguas” fue para acreditar el mensaje de los apóstoles ante los judíos. Los judíos solo creían y practicaban la Ley Ceremonial, pero cuando Cristo murió en la cruz, está ley se cumplió en Él. Entonces los apóstoles tenían que acreditar el mensaje que ellos estaban dándole a los mismos judíos para que pudieran creer, ya que sin alguna evidencia que acreditara esto, un judío no creería en la obra consumada de Cristo (Colosenses 2:17).

     Tristemente podemos observar cómo muchas iglesias que promueven el don de lenguas tienen una interpretación incorrecta acerca de esto. Incluso recuerdo que cuando asistí a la iglesia pentecostes, pude observar como ellos al hablar “en lenguas”, en realidad hablaban en idiomas que ni siquiera existen. Pero ¿qué provecho trae hablar en un idioma que nadie entiende? Todos los dones que Dios ha dado a través de la historia, son para edificación de la iglesia y no para uno mismo. Pero el hablar en un idioma que nadie puede entender ¿qué edificación trae? Ninguna (1 Corintios 14). A demás, gracias a Dios nosotros tenemos la Biblia completa en muchísimos idiomas con la que podemos predicar el evangelio a toda criatura sin necesidad de utilizar el don de lenguas.

     También, podemos ver que la iglesia de Corinto fingía hablar en otros idiomas pretendiendo ser como el día de Pentecostés, ya que si este poder hubiese venido por el Espíritu Santo, Pablo no hubiera tenido que corregir lo que se estaba practicando. Pero claramente vemos como Pablo corrige y les enseña cómo debían ser puestos en práctica estos dones. Si en verdad la Iglesia de Corinto hubiese estado haciendo todo conforme al Espíritu, como en el día de Pentecostés ellos hablaron “según el Espíritu les daba que hablasen”, Pablo no tendría que corregir algo que el mismo Espíritu Santo estaba haciendo, mas sin embargo, Pablo corrige a esta iglesia por cometer una falsificación del don.

     Al estudiar el capítulo 14 de Primera de Corintios podemos darnos cuenta que este capítulo no halaga el don de lenguas, sino que reprende a los que lo estaban practicando, incluso nos enseña lo malo que es hablar en lenguas y no ser entendidos, y nos hace ver que la edificación de la iglesia es muy superior a la edificación propia.

     Al mirar la manera en cómo practican este don en las iglesias actuales, podemos ver que sólo balbucean repetitivamente, sin siquiera hablar un idioma real, incluso utilizan 1 Corintios 13:1 donde Pablo menciona: "Si yo hablase lenguas humanas y angélicas..." refiriéndose a que el apóstol Pablo estaba confirmando que existía una lengua angelical y que es la que los pentecostales hablan. Pero en este versículo, Pablo no estaba confirmando nada, ya que la frase "Si yo hablase..." no es una confirmación, sino una mera suposición. También, debemos remarcar que en ninguna parte de la Biblia los ángeles se comunicaban en algún idioma diferente, por el contrario, ellos siempre transmitieron el mensaje de Dios en el idioma que el oyente hablaba.

     Otro dato muy interesante es que en la Universidad de Pensilvania se demostró que el hablar estas lenguas no se activan las áreas cerebrales del lenguaje, el motivo es que no es ninguna forma de comunicación.

     También muchos creen que el hablar en lenguas es una muestra de haber sido llenos del Espíritu Santo. Pero podemos ver que Juan el Bautista vivió y predicó con el poder del Espíritu Santo y nunca habló en lenguas.
Lucas 1:15-16 “porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos?”
     A demás, cabe remarcar que Jesucristo tampoco habló en lenguas.

     Es importante notar que Jesucristo, Juan el Bautista, el apóstol Pablo, Esteban y los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y nunca hablaron en lenguas ni hicieron las cosas que hoy se practican en las iglesias carismáticas en el "poder del Espíritu Santo".

     Es por esto que como Bautistas no creemos que el don de lenguas es un don vigente, ni tampoco creemos en la práctica incorrecta que se realiza hoy en día, ya que en dado caso que aún se debiera practicar, no sería para nada como las iglesias actuales lo practican.

     Pero no sólo el don de lenguas fue utilizado en la época apostólica, hubo aún otros más...


¿Cuáles dones eran utilizados solo para la Época Apostólica?


     Estos dones son también conocidos como “dones de señal” y fueron dados con varios propósitos:
  • Para conocer la necesidad humana.
  • Para proclamar el Evangelio.
  • Para confirmar la Palabra.
  • Para mostrar la autoridad y poder divino.
     Los dones de señal eran lo que Dios utilizó para facilitar un cambio de dispensaciones, es decir, una manera distinta de Dios de tratar con el ser humano. Estas señales no eran para convencer a los creyentes, sino a los judíos, ya que como dijo Pablo en 1 Corintios 1:22 “Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría” y la razón por la que los judíos buscaban señales es porque Moisés les trajo muchas para convencer al pueblo de Israel de que Moisés era profeta de Dios y que estaba a punto de hacer un cambio. Israel salió de Egipto por medio de señales y éstas eran necesarias para convencerlos de que el programa de Dios estaba cambiando.

     Estos fueron los dones de señal dados por el Espíritu Santo que se utilizaron solamente para la época Apostólica:
  • Don de sanidad: 
     Aquellos que observaban los milagros de este don no podían refutar en contra de él ya que esto iba evidentemente más allá del poder humano.
Hechos 4:14 “Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra.”
     Pero ¿sigue este don vigente? La respuesta es no, ya que este don solo se utilizaba como una señal, ahora tenemos la Biblia. ¿Sigue Dios sanando milagrosamente? Claro que sí, pero ya no a través de este don, sino a través del poder de la oración.
  • Don de milagros: 
     Este fue uno de los dones de señales que Dios le dio a la iglesia primitiva, y sólo unos cuantos creyentes tuvieron este don en esos días. Cabe mencionar que ningún creyente de hoy en día cuenta con este don, ya que no es necesario para confirmar nuestro mensaje porque tenemos las Escrituras completas.
  • Don de discernimiento de espíritus: 
     Era la capacidad dada por Dios para conocer si una persona es motivada o fortalecida por el Espíritu de Dios o por espíritus demoniacos. Este don lo ejercitó Jesús repetidamente durante Su ministerio terrenal, pero ya no es esencial como lo fue anteriormente ya que contamos con las enseñanzas reveladas y registradas en la Biblia.
  • Don de lenguas: 
     Puede tener diferentes significados en el Nuevo Testamento, pero era mayormente usado como el don de hablar un idioma humano distinto, el cual ya fue mejor explicado anteriormente.
  • Don de interpretación de lenguas: 
     Esta es la capacidad dada por Dios para entender lo que es hablado en un lenguaje hasta aquí desconocido y traducir lo que se habla en un idioma que las personas puedan entender. Este don fue necesario para una congregación multilingüe.

¿Por qué cesaron los dones de señales?

1 Corintios 13:8-10 “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará."
     Este versículo nos dice que los dones de señales cesan cuando “…venga lo perfecto” (v.10). La pregunta es: ¿a qué se refiere con “lo perfecto”? Existen tres interpretaciones acerca de este versículo:
  1. “Lo perfecto” se refiere a la madurez espiritual. Según esta interpretación, las lenguas pertenecen a la inmadurez, pero ellas cesan cuando es alcanzada la madurez espiritual. De ser así, sólo los "bebés espirituales" deberían de hablar en lenguas dentro de la congregación.
  2. “Lo perfecto” es el regreso de Jesús y el estado celestial, ya que Él es perfecto. El problema con esa interpretación es que la palabra “perfecto” no se refiere a una perfección moral. Significa estar completo o equipado. Jesús no podría ser referido como “lo” sino como “El” perfecto. A demás, no podría ser así, ya que Joel 2:28 nos dice que durante la tribulación estos dones serán nuevamente necesario.
  3. Por último, “lo perfecto” se refiere a la terminación de las Escrituras del Nuevo Testamento. Como Bautistas creemos en esta última interpretación, ya que creemos que los dones de señales cesaron dentro de la generación del cierre de las Escrituras cristianas.
     Por lo tanto, nuestra creencia es que los dones de señal cesaron en el momento en que el Nuevo Testamento fue terminado de ser escrito y se completó la Biblia, tomando “lo perfecto” como las Escrituras terminadas.


     Es triste ver cómo las iglesias que practican aún estos dones, ponen sus experiencias por encima de las Escrituras. Y no se han conformado con estos dones, sino que se han inventado muchos otros más en el nombre del Espíritu Santo. Por ejemplo, hay iglesias que practican hasta lo que llaman “la santa risa”. Incluso podemos buscar en internet videos sobre esto y nos darnos cuenta de lo torcidas que están muchas iglesias. Y no sólo eso, vemos personas que “vomitan del Espíritu” o “ladran del Espíritu”. Y nos damos cuenta que en estas iglesias carismáticas todo se vale con tal que lo llamemos “del Espíritu”.
“El problema más serio en esta última generación, no es el uso de los dones, el mal uso de los dones o la ausencia de los dones. El problema más serio es la ignorancia lamentable de la palabra de Dios. El miembro promedio de la iglesia, salvo o no salvo, no conoce la Biblia lo suficientemente como para discernir lo correcto de lo incorrecto, en cualquier materia de doctrina o práctica. Tan cruel como esto suena, no es criticismo.” James W. Knox en su Libro "Señales, Maravillas y Milagros" (pág. 8).
     Así que no me sorprende que estas prácticas de las iglesias carismáticas continúen evolucionando, ya que tienden a basar sus creencias sobre sus experiencias y no en las escrituras, y cuando esto sucede, no hay un límite para todas las falsas enseñanzas que pueden surgir, y cualquier mal movimiento que traiga consigo una “buena experiencia” puede ser aceptado sin necesidad de recurrir a la Palabra de Dios.

     En el libro “Los Carismáticos” (pág. 17) de John MacArthur, el autor relata una historia: 
“Recientemente vi en la televisión a una dama que contaba cómo su neumático reventado era sanado. No hace mucho recibí una carta de alguien del estado de Florida que había escuchado un testimonio maravilloso de una mujer que le había enseñado a su perro a alabar al Señor en un ladrido desconocido. Reconozco que los dos ejemplos son extravagantes. Tal vez es injusto caracterizar al movimiento carismático con ilustraciones como esas. Yo desearía que eso fuera verdad. Desearía que esos ejemplos fueran raros, pero no lo son. Y la razón por la que no lo son es que en las filas carismáticas ninguna experiencia tiene que pasar la prueba de la Escritura. Creo que la década pasada ha confirmado esa evaluación. Los ejemplos absurdos de la temeridad carismática se hacen más y más numerosos conforme los límites del movimiento se mueven sin control. Con todo, los carismáticos radicales han crecido sin parar en influencia y visibilidad.”
     La mayoría de los carismáticos, si realmente son honestos consigo mismos, deberían de admitir que su experiencia personal y no de la Palabra de Dios, es el fundamento y la base de sus creencias. Incluso, por más que muchos carismáticos quieran aceptar y otorgarle autoridad a las Escrituras, lo contradicen dejándolo en segundo plano después de definir lo que ellos mismos creen en base a sus experiencias. 

     La biblia nos dice en Jeremías 17:9:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
     Por lo tanto, nosotros no podemos basar nuestras creencias en nuestros sentimientos, emociones o experiencias, ya que la Biblia debe ser la única autoridad y base de nuestro sistema de creencias.

     John MacArthur también nos dice que (pág. 28): 
“Los carismáticos se equivocan porque tienden a edificar sus enseñanzas sobre la experiencia, en vez de entender que la experiencia auténtica ocurre en respuesta a la verdad. Demasiadas experiencias carismáticas son completamente apartadas del plan revelado de Dios y de la operación de Dios indicada en la Escritura, y en algunos casos contrarias a ellos. Cuando las experiencias se convierten en la base para las creencias de uno, casi no hay límite para las clases de enseñanzas falsas que pueden surgir.”
     En el momento que comenzamos a poner nuestras experiencias por sobre la autoridad de la Biblia, cualquier enseñanza que no pase por la prueba de las Escrituras puede ser aceptada. No es de extrañar que hoy en día existen tantas sectas que se escudan detrás de este argumento.






     Espero que este post haya sido de ayuda para ti que lo lees. Si tienes alguna pregunta, sugerencia o duda no dudes en dejarme un comentario y con gusto me pongo en contacto contigo.

Dios te bendiga.



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