¿Quién es Jesús?

La controversia sobre Jesús se extiende a su identidad esencial: por una parte, los defensores del cristianismo creen que él es el divino Hijo de Dios, el cumplimiento de las antiguas profecías bíblicas y el Salvador prometido al mundo: por otra parte, los escépticos alegan que Jesús no era divino y que tampoco afirmó serlo.

El significado de la palabra “deidad” es “ser al que se le atribuyen condiciones propias de una divinidad.” Hablando de la deidad de Cristo, es decir que Él es Dios mismo. 


"Jesucristo" es tanto un nombre como un título. El nombre Jesús es derivado de la forma Griega del nombre Jeshua o Joshua significando "Jehová-Salvador" o "el Señor salva". El título “Cristo” es derivado de la palabra Griega para Mesías (o del Hebreo Mashiach - Daniel 9:26) y significa "ungido". Dos oficios, rey y sacerdote, están implicados en el uso del título Cristo. Ese título apunta a Jesús como el sacerdote y rey prometido en las profecías del Antiguo Testamento. 


Se me hace bastante importante comenzar hablando sobre lo que algunas sectas enseñan sobre la deidad de Cristo para así poder tener un mejor panorama sobre lo que muchos creen acerca de este tema:

  • Testigos de Jehová.
Esta secta enseña que Cristo no es Dios y a luchado tanto por ocultar esta verdad que han tenido que modificar muchos pasajes de la biblia que afirman la deidad de Cristo, creando así su propia versión llamada “Traducción del Nuevo Mundo.” 


Ellos enseñan que Jesucristo fue el primer ser creado por Jehová Dios. Jehová Dios creó a Jesús como un espíritu semejante a la divinidad, en algún punto del tiempo antiguo antes de la creación. "Esto significa que él fue creado antes que todos los demás hijos espirituales de Dios, y que es el único que fue directamente creado por Dios". Los Testigos de Jehová niegan la deidad y preexistencia eterna de Jesucristo. Esto contradice radicalmente con las creencias históricas del cristianismo, de que Jesús es Dios el Hijo, la segunda persona de la Trinidad. Y no sólo eso, sino que también consideran que el arcángel Miguel y Cristo son la misma persona interpretando erróneamente los pasajes de Daniel 10 y 12, Judas 9, y 1 Tesalonicences 4.


  • Mormones.
Aunque los mormones afirman que Cristo es divino, “el Señor Omnipotente”, “el Padre Eterno” y “el Hijo de Dios”, su definición de estos títulos es muy diferente de la de la doctrina ortodoxa. Creen que es el Hijo literal y personal en la carne de ese Ser exaltado que es Dios nuestro Padre. Además, enseñan que el Padre le engendró literalmente en la eternidad, de la misma manera como somos engendrados nosotros, siendo Dios un ser corporal y teniendo una esposa celestial. Ellos dicen: “Cuando se cree que Dios es impersonal, increado, incorpóreo, incomprensible, desconocido, un ser místico de tres espíritus en uno que llena la inmensidad, no es posible aceptarle como el Padre literal de Cristo”. Citan Colosenses 1:15, que Cristo fue el “primogénito de toda creación” y Romanos 8:29, el “primogénito entre muchos hermanos”, para indicar que él era solamente uno de los “hijos espirituales del Padre” que “nacieron en estado preterrenal”.


Ya que he dado un pequeño resumen sobre lo que estas sectas más famosas enseñan sobre la Divina persona de Jesucristo, continuaremos hablando sobre quién es Cristo según la Biblia. Desde los tiempos del Nuevo testamento, el pueblo cristiano ha adorado y rendido reverencia a Cristo Jesús como divino. 



Afirmaciones directas de Jesús en cuanto a su deidad.



A. Igualdad con el Padre. 

El experto evangélico en Nuevo Testamento, Leon Morris escribe: “Los judíos no podían considerar la palabra de Jesús sino como blasfemia, por eso tomaron el juicio en sus propias manos. La Ley establecía que la blasfemia debía ser castigada con el apedreamiento (Lev. 24:16).” 


En este diálogo el público de Jesús interpreta de nuevo su declaración como una de paridad con Dios. 




La frase “Yo soy” generalmente se interpreta como una referencia al Dios del Antiguo Testamento y así lo entendería el público judío de Jesús (su reacción indica un reconocimiento instantáneo de que una afirmación tal, hecha por un simple hombre, sería blasfemia y merecería la muerte. 




Jesús declara aquí que conocerlo y verlo a él es equivalente a conocer y ver al Padre. 


En lugares de imitar a los profetas diciendo: “Así ha dicho el Señor”, Jesús eleva la autoridad de sus propias palabras por encima de las de ellos. 

Este pasaje destaca las reclamaciones de Jesús de una autoridad superior a la de la tradición judía y la de la ley Mosaica. 



Estos fueron solo unos pocos de los muchos pasajes donde la Palabra de Dios nos declara claramente la persona de Cristo y su deidad. A continuación, también presentaré versículos sobre los atributos naturales de Dios que Jesucristo posee:

  • Jesús es OMNISCIENTE.
Cristo sabía todas las cosas.

Juan 2:24-25 “Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, y tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre."

  • Jesús es OMNIPOTENTE.
Cristo declaró que Él era el “Todopoderoso”.

Apocalipsis 1:8 “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”

  • Jesús es OMNIPRESENTE.
Jesús todo lo llena en todo.

Efesios 1:23 “la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.”

  • Jesús es ETERNO.
Cristo era antes que el mundo fuera creado.

Juan 1:1 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”

  • Jesús es INMUTABLE.
Cristo no cambia en Su persona y Sus atributos.

Hebreos 1:11 “Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,”

  • Jesús es UNIDAD.
Juan 10:30 “Yo y el Padre uno somos.”

  • Jesús es VIDA.
Juan 1:4 “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”



B. Jesús recibió adoración como Dios.

  1. Adoración reservada sólo a Dios (Mateo 4:10).
  2. Jesús recibió adoración como Dios y la aceptó (Juan 9:38).
  3. Adoración de Jesús presente y futura (Apocalipsis 5:14).



C. Lo que otros dijeron. 

  • El apóstol Pablo.

        1. Romanos 9:5: “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”

         2. Filipenses 2:6-11: “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” 


  • Juan el Bautista. 

        1. Lucas 3:22: “y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.” 



  • El apóstol Pedro. 

         1. 2 Pedro 1:1: “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.” 



  • El apóstol Tomás.

          1. Juan 20:28: “Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!!” 



  • El escritor de Hebreos.

         1. Hebreos 1:3: “el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,” 


         2. Hebreos 1:7-8: “Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.” 

  • El apóstol Juan.
         1. 1 Juan 5:20: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.” 



Refutaciones de los escépticos a la percepción de Jesús como Dios. 

Algunos escépticos afirman que la creencia en Jesús como Dios se desarrolló gradualmente y no consolidó hasta mucho después del siglo I. Sostienen que los pasajes bíblicos anteriores no pueden tomarse al pie de la letra como declaraciones de la divinidad de Jesús tal como la entendemos hoy. Por el contrario, hubo un proceso evolutivo de aclaración de credos que culminó con el Concilio de Nicea en el siglo IV. 

Ehrman afirma, sin embargo, que el concepto de divinidad de los primeros cristianos era mucho más ambiguo que el prevalente hoy en día en la ortodoxia moderna, pues la separación entre los seres mortales y los celestiales no estaba definida. 

Lo que Ehrman dice sobre la superposición de lo humano y lo divino está en la línea de muchos cuentos sobre los dioses griegos (y romanos), pero sin duda no encajaría en el alto entendimiento del Dios de los judíos. 

Richard Bauckham también refuta las afirmaciones de Ehram sobre los conceptos judíos vagos sobre la deidad al escribir: “Cuando la Cristología del Nuevo Testamento se lee con este contexto teológico judío en mente, queda claro que, desde los primeros comienzos pospascuales de la Cristología en adelante, los primeros cristianos incluyeron a Jesús, de manera precisa y sin ambigüedad, dentro de la identidad singular del único Dios de Israel.” 



Afirmaciones indirectas de Jesús en cuanto a su deidad. 
  1. Jesús perdonó pecados (Marcos 2:5-7). 
  2. Jesús afirmó ser “la vida” (Juan 14:6).
  3. Jesús tiene autoridad (Mateo 28:18)
  4. Jesús preexistió (Juan 17:5).


Títulos de deidad. 

  • YHWH – Señor. 

1. Sagrado para los judíos. 

2. El término Yahvé aplicado a Jesús. 

Ver, por ejemplo, Éxo. 3:14 con Juan 8:58; Isa. 44:6 con Apoc. 1:17; Sal. 102:26-27 con Heb. 1:11-12; Isa- 45:23 con Fil. 2:10-11). 

  • Hijo de Dios.
  • Hijo del Hombre. 
  • Abba (Padre). 

El teólogo Michael Green escribe que Jesús “declaró que él tenía una relación con Dios que nadie antes había alegado tener. Proviene de la palabra aramea Abba que tanto le gustaba usar, especialmente en oración. Es una palabra familiar que implica intimidad cercana y por eso la usaba para distinguir entre su propia relación con Dios como Padre y la que tenían otras personas”. En ningún lugar del Antiguo Testamento aparece esta clase de familiaridad con Dios; ni siquiera David, que escribió la mayoría de los Salmos y era conocido por su cercanía a Dios, oraba en términos tan íntimos.


¿Quién decía Jesús que era?


Aunque muchos se han preguntado quién es Jesús de Nazaret y se han ofrecido a responder esa pregunta, nadie puede eludir la evidencia de que era un personaje histórico y que su vida cambió de manera radical la historia humana.

Jesús de Nazaret lleva casi dos milenios transformando vidas y, en el proceso, ha reescrito la dirección y el desenlace de la historia humana.  De hecho, las enseñanzas de Jesús han sido un motor para el bien abrumador a lo largo de la historia del mundo.

Jonathan Hill destaca parte del patrimonio positivo del cristianismo:
  • Gran arte y literatura.
  • Hermosa arquitectura religiosa.
  • Alfabetización en masa.
  • Grandes instituciones educativas.
  • La importancia de la historia.
  • La base filosófica para un contexto en el que se pudiera desarrollar la ciencia.
  • Igualdad racial.
  • La abolición de la esclavitud.
El hecho de que Jesús afirmara ser Dios debe ser cierto o falso. Si sus afirmaciones son ciertas, entonces Él es el Señor y nosotros no tenemos otro remedio que aceptar o rechazar su señorío.  Si la afirmación de Jesús es falsa, entonces tenemos dos opciones: Él sabía que sus afirmaciones eran falsas, o bien no lo sabía.

El Trilema: ¿Señor, mentiroso o lunático?

A. ¿Era un mentiroso?

Si Jesús sabía que no era Dios, entonces estaba mintiendo; pero si era un mentiroso, entonces era también un hipócrita, porque les dijo a los demás que fueran honestos sin importar el costo.

Mucho peor que eso, hubiera sido un demonio, porque les dijo deliberadamente a los demás que confiaran en él para su destino eterno.

Finalmente, si Jesús hubiera estado mintiendo hubiera sido además un loco, porque sus afirmaciones de deidad fueron las que provocaron  su crucifixión.

¿Pero cómo pudo Jesús, un mentiroso, un impostor, un hombre malo y loco, dejarnos instrucción moral más profunda y el ejemplo moral más poderoso de la historia? ¿Podría un engañador así enseñar verdades éticas tan desinteresadas y vivir una vida ejemplar en lo moral como lo hizo Jesús? La misma idea resulta increíble.


B. ¿Era un lunático?

Debemos recordar, no obstante, que el que alguien pensara que era Dios, especialmente monoteísta (y luego decirles a los demás que su destino eterno dependía de creer en él), no eran delirios de grandeza, sino los pensamientos de un lunático en el sentido más pleno del término.

Hay más que una pequeña diferencia entre creer sinceramente que algo está mal y creer que eres el Hijo de Dios singular y divino. La idea de que Jesús se autoengañara o estuviera delirando al respecto simplemente no es compatible con la impresión que ha dejado en la historia. Se dice que hasta Napoleón Bonaparte lo admiraba (Bonaparte, citado en Schaff, PC, 235,238,239,241):
"Yo conozco a los seres  humanos y les digo que Jesucristo no es uno de ellos. La mente superficial ve un parecido entre Cristo y los fundadores de los imperios o los dioses de otras religiones, pero ese parecido no existe... Su religión es la revelación de una inteligencia que ciertamente no es la de un hombre... Yo busco en vano en la historia para encontrar a alguien parecido a Jesucristo o algo que pueda aproximarse al evangelio. Ni la historia, ni la humanidad, ni las edades, ni la naturaleza me ofrecen algo con lo que yo pueda compararlo o explicarlo."
Jesús podría haber sido un gran maestro de ética si sus afirmaciones de condición divina no fueran ciertas. Sin embargo, nunca podrían haber sido un ejemplo moral digno de seguir si la afirmación sobre su condición divina hubiera sido equivocada.

C. ¡Él es Señor! 

Si Jesús de Nazaret no es un mentiroso ni un lunático, entonces debe ser el Señor.

Han venido y se han ido del escenario de la historia otros dioses y salvadores autoproclamados, pero Jesús todavía sigue aquí, destacando por encima del resto.

C.S. Lewis escribio:
"Estoy tratando aquí de impedir que alguien diga la necedad que la gente suele decir sobre él: "Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto su afirmación de ser Dios". Eso es algo que no debemos decir. Un hombre que fuera simplemente un hombre y que dijera la clase de cosas que Jesús dijo no sería un gran maestro moral, sino un lunático o el diablo del infierno. Debes decidir."  
La evidencia está claramente en favor de Jesús como Señor. Sin embargo, hay algunos que rechazan la evidencia clara debido a las implicaciones morales implicadas. Este dilema moral, y no el dilema académico,  es la verdadera razón de que muchas personas se resistan. Si Jesús es Señor, la gente está obligada a seguirlo o bien a rechazarlo con honestidad y, por consiguiente, a enfrentar las consecuencias. Ahí está el mayor desafío: es necesario que haya honestidad moral al considerar a Jesús un mentiroso, un lunático o bien Señor y Dios.







Si tienes alguna pregunta sobre este tema o cualquier otro, no dudes en dejarme un comentario y con gusto me pondré en contacto contigo. Estoy para servirte y ayudarte.

Dios te bendiga.



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Referencias:
  • "Usted Puede Vivir para Siempre en el Paraíso sobre la Tierra" página 584.
  • https://activistasdecristo.com/2012/05/03/1319/
  • Libro "Pilares de la Doctrina Bautista" página 42.
  • Libro "Evidencia Que Demanda Un Veredicto" páginas 224-234.

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